Mellizos a los 67 años y Muere

Carmen Bousada, la mujer que se convirtió en la mujer de más edad en dar a luz falleció el pasado sábado en El Puerto Santa María (Cádiz), según informa La Voz. Nacida en 1940, Carmela, como era conocida popularmente, no pudo vencer al cáncer que padecía. Esta ex empleada de unos grandes almacenes saltó a la fama en enero de 2007, cuando dio a conocer que en diciembre, justo una semana antes de cumplir 67 años, había dado a luz mellizos tras ser inseminada en la clínica Pacific Fertility Center de Los Ángeles (EE UU) siguiendo un tratamiento de fecundación in vitro.

Para conseguirlo, Bousada tuvo que protagonizar toda una odisea. En primer lugar, tuvo que vender su casa en Cádiz por 45.000 euros para poder pagarse el tratamiento. Pese a comprar óvulos y espermatozoides de donantes mediante un catálogo, mintió a los médicos sobre su edad asegurando que tenía 55 años, el límite que establece la legislación estadounidense para este tipo de operaciones. Por suerte para ella y a pesar de ser obligatorio, durante su estancia en la clínica nadie le pidió el pasaporte ni ningún documento que acreditara su edad. «Ahora puedo parecer cansada, pero antes del alumbramiento estaba delgada y parecía mucho más joven», comentó en su momento una mujer que nunca perdió su vitalismo y su sentido del humor, pues cuando los médicos le informaron de que tenía que someterse a una incisión para una cesárea tras ser ingresada por un desmayo que sufrió en un supermercado les respondió: «Háganla muy abajo, de manera que aún pueda ponerme un bikini».

La idea de ser madre surgió a raíz de la muerte de su madre en el año 2005. Carmela vivió durante toda su vida junto a ella, y al fallecer puso en marcha un plan secreto que sólo comentó a sus amigas más cercanas quienes, por supuesto, nunca la tomaron en serio. Sus familiares desconocían totalmente su tardío instinto maternal.

Sus hijos nacieron con siete semanas de antelación y permanecieron en el hospital durante 21 días, tiempo en el que consiguieron un buen estado de salud. Nada más parir, Carmen se centró en que Christian y Pau –así se llaman los mellizos– tuvieran un padre.